domingo, 29 de julio de 2012

Mario Casas: “No me dejan comprarme una moto”

A sus 26 años recién cumplidos, Mario Casas es uno de los actores más taquilleros del cine español. Así lo demuestran títulos como “Mentiras y gordas”, “Fuga de cerebros” o “Grupo 7″. Este coruñés crecido en Barcelona, descubierto con “Los hombres de Paco”, sigue arrasando en televisión, ahora con “El barco”. En su última película, la romántica “Tengo ganas de ti”, basada en la novela del italiano Federico Moccia y continuación de “Tres metros sobre el cielo”, vuelve a subirse a una moto para interpretar a Hache, el protagonista.


En su última película (“Tengo ganas de tí”), Mario Casas vuelve a subirse a una moto. “He disfrutado mucho rodeado de motoristas venidos de diferentes lugares, me gusta sentir la velocidad en la cara, esa moto se ha convertido en una amiga, aunque usaron un especialista en bastantes escenas. Aparezco sin casco, pero no hay que olvidar que en un rodaje está todo muy medido y controlado y que es ficción”.
Porque el casco es imprescindible por seguridad…
Sí, yo tuve un susto con 16 años, tenía una “49” y sufrí una caída que se quedó en nada. Fue con un badén, iría a 40 ó 50 km/h, no sé cómo se me fue la rueda, caí y partí el casco, se hizo una brecha de lado a lado, solo acabé un poco magulladete y con raspones. Y no solo es el casco, sino también guantes, una buena chaqueta de cuero y unos buenos pantalones, para ir lo más protegido posible. Cuando a veces veo a motoristas que van con pantalones cortos y zapatillas, me dan muchísimo vértigo. No podría ir así. Aunque actualmente no tengo moto.
¿Por qué?
Porque no me dejan mis amigos ni mi familia. Con la moto eres tú solo contra la carretera y aunque te caigas a poca velocidad te haces daño; a 100 o 120 km/h te haces polvo. Le tengo mucho respeto. De momento prefiero esperar, aunque me apetece tener una de paseo. Me gustan los coches y las motos, siempre me han atraído. Soy conductor desde los 19 años y he tenido moto desde que tenía casi uso de razón. Mis padres me la regalaron cuando era pequeñito. Vivíamos a las afueras de Barcelona y venía bien para poder moverte. Ahora también vivo fuera de Madrid y uso el coche para ir y venir.
¿Qué opina del carné por puntos?
Un sistema que sirva para penalizar, no solo con una multa, hacer el cabra, como se comprueba que pasa a diario, me parece bien. No solo te estás jugando tu vida, sino la de los demás, que no tienen la culpa. Puedes ir haciendo lo correcto y cambiarte la vida por lo que hagan otros. Todos conocemos a alguien que ha vivido de cerca una desgracia en la carretera.
¿Y de los límites de velocidad?
Reconozco que soy amante de la velocidad, pero me gusta verla en televisión, ya sea moto GP o Fórmula 1, porque me da mucho miekm/h y puede pasar cualquier cosa. Por eso, creo que lo permitido actualmente es adecuado.
Cada vez es más relevante la figura del conductor alternativo…
Yo lo de ir con colegas y que el que no beba sea quien conduzca lo he hecho, pero ahora ya uno empieza a ser más consciente y creo que dentro de un coche ocupado por gente hasta arriba de alcohol, se pueden crear situaciones que acaben afectando al conductor, que no ha bebido en ese momento. Hay que tener mucho cuidado con el alcohol, ya se sabe que provoca muchos accidentes y que su consumo disminuye muchísimo los reflejos.
¿Qué importancia da al cinturón?
Yo es subirme al coche y ponérmelo. Conozco a varios colegas que han tenido algún golpe y me han dicho que no les ha pasado nada gracias a él. Los jóvenes nos hemos educado ya con la obligación del cinturón, lo hemos mamado y por eso lo tenemos muy interiorizado.
¿Usa el coche en verano de vacaciones?
Sí, como el resto del año, conduzco yo. Sobre todo en viajes, que llevas gente y tienes más responsabilidad, no puedes ir a mucha velocidad. A mi alrededor hay amigos o mi hermana, por ejemplo, que odian que corra. No me gusta ir con alguien que se juegue la vida al volante ni hacer sufrir a quien va conmigo.
¿Cómo le pesa ser responsable de llevar espectadores al cine?
No es una cuestión mía. Detrás de un proyecto se encuentra un equipo enorme, de cientos de personas empezando por el director. Yo lo que hago es actuar, tomar un personaje y darle forma. Lo que venga después, uno no lo controla: es una lotería y suerte. En el caso de “Tengo ganas de ti” existe el aliciente de que la primera parte gustó mucho y de que muchos fans esperan con ganas ver la segunda.
En “Grupo 7” hizo su primer personaje adulto. ¿Está ya en el camino de abandonar la imagen de ídolo de adolescentes?
“Tengo ganas de ti” es un paso más también en mi carrera.El personaje ha madurado, se acerca más a mi edad, los matices son mayores, el trabajo es menos físico que en la primera parte y más de miradas. No tengo problema con qué se pueda pensar de mí, al final quiero trabajar y seguir formándome como actor y como persona.
¿Incluye eso el inglés?
Estoy en ello, pero ahora lo tengo aparcado. Hollywood no me obsesiona; quiero seguir trabajando aquí, tanto en televisión como en cine.
¿Cómo logra evitar que la popularidad no se le suba a la cabeza?
Es cierto que uno se puede volver un poco loco, pero hay mucho de mito en eso de que a los actores la fama les cambia. Todos podemos tener un mal día o un mal momento, sin ganas de sacarte una foto, pero no es lo general. En mi caso, lo único que me interesa es seguir trabajando y esforzándome. A mí me ha servido mucho mi educación y estar al lado de mi gente; si hubiese cambiado, ellos habrían sido los primeros en decirme “oye, tranquilo”. De hecho para desconectar aprovecho para relajarme, pasear con mis perros, ir al cine, disfrutar de mi gente porque pasas mucho tiempo fuera de casa y sigo manteniendo a los amigos de toda la vida, desde que era pequeño.
“Los jóvenes nos hemos educado ya con la obligación del cinturón; lo hemos “mamado” y por eso lo tenemos muy interiorizado”
“Creo que dentro de un coche ocupado por gente “hasta arriba” de alcohol se pueden crear situaciones que afecten al conductor, que no ha bebido en ese momento”
“Hay mucho de mito en eso de que a los actores la fama nos cambia”
“No tengo problema con qué se pueda pensar de mí; al final quiero trabajar y seguir formándome como actor y como persona”
Vía: http://www.zonaelbarco.com/mario-casas-no-me-dejan-comprarme-una-moto/ 

No hay comentarios:

Publicar un comentario