¿Recuerdas aquel primer día?
Año dos mil once, viernes veinticinco de noviembre… Son las tres de la tarde y recibes una llamada en tu móvil: «Nacho, soy Nerea, ¿podrías venir hoy para hacerte una prueba de sonido? Tráete pachangueo». Llegas a las seis de la tarde a tu casa y lo único que piensas es en grabar unos Cd con música para pincharlos en uno de los días más especiales de tu vida.
Ya has estado varias veces en Bosque, pero esta vez sabes que será completamente diferente. Avisas a tus primos, mejores amigos… Uno de ellos cena contigo y te da suerte en esta noche tan inusual, poco frecuente. Sientes alegría pero a la vez no sabes que te deparará la noche.
En la calle, a punto de llegar y desde la esquina de enfrente estás viendo el letrero; puro, sencillo, atrevido. Ves gente saliendo y otros entrando. ¿En qué piensas? Coges la maleta de tus discos y la aprietas fuerte; te deseas la mayor suerte del mundo. Por un momento te paras a pensar y recuerdas aquellas palabras que te dijo tu abuelo cuando eras un niño: «Hijo, en esta vida siempre debemos ser fuertes y luchar por lo que queremos. Hay que tener afán de superación».
Quieres dar todo de ti mismo. Pones una canción tras otra, ves a la gente vibrar, bailar, divertirse… En un momento, te has involucrado en la vida de las personas allí presentes. Todo te evoca tranquilidad, buena compañía, sosiego… Al lado de la cabina oyes un regato; una pequeña cascada te hace sentir la magia del bosque.
Se acerca Mj, la camarera, y al oído te dice: «Me gusta como pinchas, puedes venir siempre que quieras, ¿te apetece mañana sábado? Dame tu número». Un nuevo proyecto nace en la vida de Benny Style. ¿Seré o no seré dj residente de Bosque?
Estamos a dieciocho de septiembre de dos mil doce; ya ha pasado un largo tiempo. Miras hacia atrás y no tienes palabras para definir todo lo que ha pasado desde aquella primera vez que entraste por esa puerta de castillo a la entrada. Miles de canciones, cientos de personas, amigos, familia, momentos inolvidables y llenos de cariño y ternura que no quieres que nunca cesen. Siempre es el momento de recordar lo bueno vivido; no pares, no. Siente la esencia, vive el momento, recuerda el pasado, piensa en… Bosque das Meigas.
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