El fin ha llegado y este da inicio del modo más relevante de todos: Gamboa y Ulises llegan a la playa dispuestos a tomar la zodiac para poner rumbo al Estrella Polar. Sin embargo, el joven verá su fin frustrado cuando el profesor de supervivencia le apunte por la espalda. Antes de saber cómo concluye esta escena, viajamos atrás 90 minutos, para descubrir cómo llegamos a este punto.
“El 6 de agosto de 1945 una bomba atómica que
estallaba en la ciudad japonesa de Hiroshima y mataba en el acto a 120
mil personas […]. El 25 de septiembre de 2010, el acelerador de
partículas del ECND situado en el subsuelo de la ciudad suiza de Ginebra
sufrió un accidente y mató a 6.840 millones de personas. Solo un puñado
de seres humanos sobrevivieron al Apocalipsis. Entre ellos, Ainhoa.
Entre ellos, Ulises.”
Así, este círculo llega a su fin, zanjando la historia,
cerrando una etapa y concluyendo las vidas de todos aquellos elegidos
que sobrevivieron al cataclismo que conllevó el fin del mundo. Este es el final del Barco, del Estrella Polar. Hoy, la goleta, arroja el ancla.
Te contamos todo con lujo de detalles en el último análisis de la serie con su 3×16: “La última bala”
Hilo de vida
El tiempo de Valeria se agota. Julia intenta mantenerla despierta mientras Ricardo lamenta haber quemado la carpeta roja, por lo que abandona el cuarto y dispara por doquier hasta que su mejor amigo le detiene y le recomienda que vaya a ver a su hija.
Muy lejos, en el mar, Max logrará infiltrarse en el barco para dar con la caja de material quirúrgico para salvar a la chica, aunque una vez obtenida, tras encontrarse con un destrozado Burbuja, será descubierto por Víctor por lo que no llegará a poder llevarle el maletín a Julia.
A espera de una improbable salvación, Ainhoa hace sonreír a su hermana herida de bala. Una vez más, la niña no es tan inocente como aparenta ser y le formula a Ainhoa la pregunta clave: ¿Quién te gusta más? ¿Max o Ulises? En medio de estas cuestiones, Ricardo volverá con su familia y le sacará una sonrisa a Valeria mediante unos calcetines con forma de los dos chicos entre los que se debate Montero. La niña logrará abrirle los ojos a su hermana y esta da con la respuesta: Echa de menos a Ulises.
Más tarde, Valeria encontrará un salvador que permita que Julia le saque la bala letal, alejando a la niña de la muerte.
Ainhoa, Max y Ulises
Ahora que el desenlace parece inminente, Ainhoa ha comenzado a replantearse qué siente, a quién ama. Para ello, reflexiona con Vilma,
quién le explica cómo se sabe si se ha olvidado a la persona de la que
estabas enamorada. Sin embargo, no tardará en recibir compañía y
cercanía de Max, hecho frustrado cuando un viejo amigo regrese a la cabaña junto a su familia: Ulises ha vuelto.
“-¿Cómo se sabe si has pasado página? +Pues cuando
ves aparecer a tu ex y no se te caen las bragas. Cuando no se te para el
mundo, no se te dilatan las pupilas ni se te dispara el corazón a mil
por hora. Ni se te entrecorta la respiración”
El joven comienza a preparar el plan a llevar a cabo para poder salir de allí y buscar el material quirúrgico para Valeria cuando Ricardo les informa. Si no lo hacen a tiempo, la niña morirá. A su llegada, el hijo de Julián le da a su padre unos puros y le hace una misteriosa revelación: La isla no es lo único que hay en el mundo.
“Estábamos equivocados papá. Hay mucho más que esta isla ahí fuera”
Perceptivo, Ulises saca conclusiones velozmente: Max fue quién le entregó la foto de Dulce a Ainhoa y quién ahora está aprovechándose de las dudas de la joven hacia el amor de su vida. Por su parte, Ulises le deja claro a su rival su postura: “No puedo concebir mi vida sin Ainhoa y voy a luchar por ella con uñas y dientes”. Una vez expuesta la necesidad de ir al Estrella a por el único modo de salvar a la hija de Ricardo, Max se ofrece voluntario para ir en su busca y Ulises se unirá a él en la última cruzada por luchar por lo que quieren.
“Si para estar cogido de la mano de Ainhoa tengo
que ser un hijo de perra, lo seré una, dos y un millón de ves. Porque
merece la pena”
Gracias a varios sacos de arena, el grupo logra producir una cortina de humo que cubre la cabaña, permitiendo a Max y a Ulises abandonar el edificio y poner rumbo a la goleta. En el suceso, Salomé caerá herida al recibir un tiro en el brazo. De camino al barco, ambos conversan sobre la relación que tuvieron con la hija de Montero. Ulises le asegura que ojala pudiese dejarle paso libre pues solo le ha hecho daño a Ainhoa, pero también le confiesa que no puede: Está enamorado hasta las trancas.
“Hoy ha sido la primera vez que Ainhoa y yo hemos estado cogidos de la mano. Ha sido un momento, pero ha sido real”
Cuando el grupo francés se divide para darles caza, Ulises permite que Max se dirija al Estrella mientras él retrasa a estos, condenándose, sin saberlo, a sí mismo.
“Dicen que el amor es una trampa de la naturaleza, concebida para perpetuar la especie”
Heridos pero felices
Piti se halla en una encrucijada letal.
A un lado, sus enemigos le apuntan dispuestos a abrir fuego si hace
alguna tontería. Al otro, sus amigos y compañeros, preparados para
derribar al desconocido. Gracias a su ingenio, el joven se pondrá el chicle que le había dado minutos antes la mano derecha de la capitana francesa en la cabeza, por lo que De la Cuadra desviará el disparo de Max a tiempo para salvar a Piti, aunque terminará herido en una pierna por los franceses ante la preocupada vista de Vilma.
“Cómo dejes que esos tipos te maten, voy a tener que ponerle tu nombre al bebé”
En medio de un fuego cruzado, Piti se ocultará entre el palmeral para, momentos después, ver cómo sus amigos Palomares y Ramiro lleguen hasta él bajo una bañera gracias a la idea de Cho, quién en un principio iba a ir. No obstante, Palomares se negará a qué el se exponga a morir en el intento: Tiene a Vilma y a un bebé al que cuidar.
También Salomé termina herida pero no de gravedad, y aunque al principio intenta ocultarlo, el rastro de sangre lleva a Julia a descubrir su brazo ensangrentado. Para no preocupar a Julián, no le dice nada, pero Vilma le hace reflexionar: Ella dejó a De la Cuadra por lo mismo, para no hacerle más daño.
Por su parte, Cho y Vilma consolidarán su relación en medio de ese mar de tiros. El hecho de llamarla novia fundamenta su futuro juntos. En el exterior, Palomares, Ramiro y Piti se abrazan con miedo al futuro insospechado. Alexander, cansado de no avanzar, inicia la fase 2 de la misión: Volarán la cabaña y con ella a todos los presentes en su interior.
“Nos están friendo a tiros, pero este, este es el sitio en el que quiero estar. Aquí y ahora, con vosotros. Con mis amigos”
Todos se despiden lamentando el final que se avecina, pero cuando están a punto de disparar, de repente, el grupo armado se esfuma y Ricardo comprueba el exterior: Están a salvo. Se han ido. Son libres. Y todo, gracias a Burbuja.
Salvador
Ventura logra que su nieto Ratón vea la otra cara de la realidad mientras el abordaje sigue presente en el Estrella Polar. Esto se verá frustrado con el esperado encuentro entre Alexander y Ventura, pues el segundo recibe al padre de Estela del siguiente modo: “Vaya, Alexander. Tienes tan mal aspecto como esperaba”. Así, se reitera la idea de que se conocían.
“Nunca les he tenido miedo a los muertos y tú estás muerto y enterrado a menos que consigas esa carpeta roja”
Después de que el grupo francés desaparezca, alguien toca la puerta de la cabaña: Es Ventura, que al oír a Max hablar sobre Valeria en riesgo de muerte, se ha hecho con el material quirúrgico y lo ha llevado a la isla para salvarle la vida.
La esencia del mejor hombre del mundo
Todo era mentira. Gamboa ha engañado a Alexander obligado a recurrir a esa última baza para salvar a la gente de la isla. Ahora ha de lograr que Burbuja finja ser el hombre que un día fue. Marimar se encargará de ello, de recuperar la esencia de aquel de quién se enamoró. Poco a poco, la chica le
enseña a Burbuja a ser su pasado, a revivir cada gesto, cada postura
que antes tenía. Ha de abandonar esa tensión constante en la que vive.
En este intento por engañar al líder del Proyecto Alejandría, Burbuja recuerda que guardó el anillo que Marimar se quitó cuando discutieron aquel mediodía. Iban a casarse, a pesar de tener mil diferencias. Roberto y Marimar eran felices pero algo llamado Alejandría se interpuso entre la pareja que tan enamorada estaba.
“Pese a todas nuestras diferencias, cada vez que
nos mirábamos a los ojos, el mundo se paraba. Todo dejaba de importar,
solo existíamos tú y yo. Nada más”
Mientras practican el modo de hablar y de moverse, Burbuja
le habla sobre la caja donde guardaba el anillo de boda y le cuenta a
Marimar que solo le falta algo ahí dentro: Sus recuerdos.
“-Hay algo que me gustaría tener en esa caja y no
tengo: Todos los recuerdos divertidos que pasé contigo. +A partir de hoy
tú y yo vamos a fabricar un montón de recuerdos para llenar un millón
de cajas”
Aunque comienza a hacer avances, Burbuja se verá frustrado y romperá a llorar al ver que es incapaz de salvar a la gente que quiere. Sin embargo, cuando Max lo encuentra y le informa del estado de Valeria, el hermano de Salomé adquiere las fuerzas necesarias para fingir a la perfección. Salvará a su amiga.
Con Marimar a su vera, Burbuja sube al comedor cumpliendo con la máscara que se ha puesto: Es Roberto.
“7 barcos, 7 simas, 1 proyecto de naturaleza humanista. ¿Por qué lo que debería ser bueno se ha convertido en malo?”
Burbuja logra cumplir su guión a la perfección, engañando a Alexander y a todos los integrantes del Proyecto Alejandría. Como él dice, “he diseñado muchos proyectos, pero el mejor que he hecho en mi vida ha sido Burbuja”. Se entregará al enemigo, desapareciendo en el submarino y viendo como Marimar se queda en el barco, sana y salva.
Duelo a muerte
Tras asegurarse de que Burbuja hará el papel de su vida, Ernesto acude al comedor dónde se encuentra a Evelyn, la cual le pregunta por esa supuesta hija que el hombre tuvo y le regala un dibujo de esta con Alex. El hombre sufre al ver como todo por lo que ha luchado ha sido bañado por las mentiras del padre de Estela. Este mismo acudirá junto a Gamboa para ofrecerle una oferta irrechazable:
“Mi hija tuvo un accidente, como tú. Pero ya está bien, como tú”
Si quiere que su hija conozca su identidad y pueda recuperarla, Gamboa debe de matar a Ulises Garmendia (¿Será porque Ulises sabe lo que hay fuera de la isla?). Esa es la única opción que le queda: No hay vuelta atrás. Estela, que ha visto como su padre le entregó la pistola para cometer el crimen, intenta buscar la restante parte de humanidad que queda en su novio, pero no logra encontrarlo a pesar de estar segura de que Ernesto sí que es bueno.
De vuelta a tierra, cuando el aliado de la capitana francesa se dispone a matar a Ulises por sorpresa, Gamboa le asesta un tiro por la espalda y cae rendido. Con un “Necesito que me ayudes a recuperar a mi hija”, Ernesto convence a Garmendia para que le acompañe a la playa y allí
cumplir con los 90 minutos iniciales. Traicionado por el antagonista de
esta historia, Ulises ve como su rival le acorrala de forma inesperada.
“El agua, la tierra. El sol, el viento. El olor a salitre. Me gusta esta playa. No es mal sitio para morir”
De este modo, Gamboa apunta a Ulises con el arma cargada siguiendo las instrucciones de su superior. Antes de que apriete el gatillo, el joven le pide a Ernesto el walkie-talkie para despedirse de Ainhoa.
“Tú y yo podíamos haber sido amigos. Me gusta como
eres, vas de cara y eso lo respeto. Pero lo siento. Tiene que ser aquí y
ahora”
Tras la conversación con su amada, Ulises devuelve el walkie y recita un último mensaje:
“Así que este es el final. ¿Qué se supone que tengo
que decir? Algo grande, algo que quede para la posteridad… Al final las
cosas nunca son como las pensamos, nuestras vidas no son como las
soñamos”
Tras esto, realiza un chiste sobre los náufragos y Gamboa aprieta el gatillo, no una, ni dos, sino tres veces. El héroe de esta historia cae rendido al mar ante la mirada de su asesino. Con la vista clavada en el cielo azul, Ulises permanece flotando…
Un amor eterno
Viéndose al borde de la muerte, Ulises
le pide a su futuro asesino que le permita decirle adiós al amor de su
vida por lo que ambos conversan por última vez sobre su relación, sobre los fallos pero también sobre los buenos momentos. Nadie se quiso tanto como ellos.
“-Tenías razón,
chivata. Como mejor estamos tú y yo es con tierra de por medio. +No,
como mejor estamos es a 2 cm de distancia, sintiendo nuestro aliento”
“La historia de amor
más bonita que tenido en mi vida no ha sido un error. No quiero que lo
digas, ni que lo pienses tampoco, porque no ha sido un error. Repetiría
cada momento que pasé contigo”
“¿Repetirías todos? ¿Incluso cuando te tiré el pescado podrido por encima?”
“Incluso cuando me hiciste lavarme el pelo con cebo de pesca”
“Hay una cosa que yo no repetiría: Cuando me clavaste un arpón en el pecho, pero si repetiría después cuando bailamos juntos”
“Y cuando nos levantamos juntos en la cama que me hiciste en la bodega”
“Cuando te metiste en la caja para sacarme del calabozo”
“Y cuando hicimos juntos el huerto de flores de papel”
“Como cuando nos dijimos te quiero la primera vez a través del ojo de buey”
Así, Ainhoa y Ulises se dicen adiós para siempre tras todos los momentos irrepetibles vividos. Para siempre.
“-Ulises Garmendia, ha sido muy bonito ser tu novia. +Ainhoa Montero, ha sido increíble ser tu chico”
“El amor es más poderoso que cualquier cosa. Porque
no hay bomba atómica ni acelerador de partículas que puedan destruirlo.
Ni cuatro disparos en el pecho, ni una mentira piadosa”
387 días después
“A veces las cosas salen bien y los malos no ganan. Burbuja se guardó un as en la manga y gracias a eso estamos vivos”
Así es. Un año después de los acontecimientos sucedidos en la isla con el ataque del Proyecto Alejandría, Ricardo
se dirige en una vieja furgoneta a un determinado lugar mientras nos
explica el papel de Burbuja y la carpeta roja en esta historia.
“La carpeta roja contenía un antídoto que la gente
del Proyecto Alejandría necesitaba para respirar. La misma persona que
los enfermó, los curó. La misma persona que ideó el Proyecto Alejandría,
logró desmantelarlo. Ulises tenía razón: Había otra forma de hacer las
cosas”
Ricardo, Julia, Salomé, Julián, Valeria y el bebé Robertito de los segundos,
acuden a unas ruinas de una arcaica edificación decorada para la
ocasión: Al final de un camino de piedra, Ainhoa, vestida de novia,
espera a su familia en el altar. No es a los únicos a los que espera: También espera al novio, que llega tarde.
Ricardo le concede a su hija las doce
arras que Marisa y él emplearon en su enlace pues la décimo-tercera fue
perdida por el capitán. Ahora solo tienen que esperar al chico, ¿dónde está? Ulises está de camino.
“Cuando el mar se tragó el mundo, pensamos que
habíamos perdido nuestro hogar para siempre. Pero no era cierto. El
hogar es mucho más, es la gente a la que quieres”
Antes de que el novio llegue,
algo sucede. Un misterioso ruido inunda la isla y el suelo comienza a
temblar. Además, un campo magnético actúa de imán en la zona. El
acelerador, suponemos, ha sido puesto en marcha. Otra vez. ¿Sobrevivirá la isla como siempre lo hizo? ¿Morirán todos? El círculo deja esta brecha en el aire para que el espectador de pie a su imaginación.
“Está volviendo a pasar”
Dato importante:
El final ha dado mucho que hablar y se ha especulado sobre una boda
simbólica con Ulises, entendiendo que el joven murió al recibir los
disparos de Gamboa, ninguno, por cierto, en algún órgano esencial como
lo son el corazón o la propia cabeza. Por ello, en la página web de
Antena 3 se ha recalcado literalmente el desenlace con las siguientes
palabras: “AINHOA SE CASA CON ULISES. Ulises y Ainhoa nos dicen que el
amor puede con todo y los tiros de Gamboa no han podido con el polizón
de El Barco. La pareja consigue casarse a pesar de todos los
contratiempos y todos los tripulantes del Estrella Polar consiguen su
final feliz.” Esto es importante pues la propia cadena ha recalcado cual
es el final.
El futuro de todos ellos
En un año han pasado muchas cosas en la isla:
Mi padre y Julia acaban de decidir tener un hijo y en unos meses Valeria dejará de ser la pequeña de la familia.
Mi padre se ha vuelto un experto
cambiando pañales. Él y Salomé siguen como el perro y el gato pero van a
todas partes de la mano como dos adolescentes.
Vilma tiene un niño precioso y se casó
con Cho. El padre le habla en coreano y ella en español, así que se le
va a quedar un acento muy gracioso.
Piti es el canguro oficial. El bebé está loco por él. Han formado una familia rara pero que funciona como un reloj.
Palomares montó una iglesia con hojas de palmera pero cada vez que hay tormenta, se le desmoronan las paredes.
Ramiro y Estela sorprendieron a todo
el mundo anunciando que estaban juntos. Ella le echó el ojo el primer
día de travesía y al final lo consiguió.
El bueno de Ventura murió con su sonrisa. Todos lo echamos mucho de menos.
Ratón adoptó a Max como padre. Dice que de mayor quiere ser como él.
De Gamboa no hemos vuelto a saber. Una
noche vimos fuego al otro lado de la isla. Quizá viva allí, con su
hija. Espero que haya encontrado la paz que nunca tuvo.
Burbuja logró volver con vida del
submarino y ahora tiene novia. A Marimar nunca le importó su burbuja ni
que su juego favorito fuese disfrazarse de pirata.
Y en cuanto a Ainhoa y a mi… Ni las balas de Gamboa lograron poner punto y final a nuestra historia.
Ulises, prometo quererte en la salud y
en la enfermedad, en la riqueza y en la pobreza, debajo de un cocotero,
tostándonos como cangrejos en la orilla del mar…
Para siempre